¿Sabías por qué la gran mayoría de PYMEs fracasan? Una de las principales razones es la falta de una gestión financiera adecuada que les permita cumplir con los 4 objetivos financieros imprescindibles:
1. Ser rentable: significa que los ingresos superan a los gastos y que se genera un beneficio neto.
2. Tener liquidez: significa que se dispone de suficiente dinero en efectivo para hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo.
3. Ser solvente: significa que se tiene capacidad para pagar las deudas a largo plazo y que se cuenta con un patrimonio positivo.
4. Generar valor a los socios/accionistas: significa que se aumenta el valor de la empresa y que se ofrece una rentabilidad adecuada a los inversores.
Cumplir con estos 4 objetivos financieros no es fácil, pero tampoco imposible. Para ello, es necesario contar con una buena planificación estratégica y operativa. Sin un plan claro, es difícil saber hacia dónde se dirige tu negocio, qué recursos necesitas, qué riesgos debes evitar y qué oportunidades debes aprovechar.
Un plan estratégico es un documento que define la visión, la misión, los valores, los objetivos y las estrategias de tu empresa a largo plazo (3 a 5 años). Te ayuda a enfocar tus esfuerzos en lo que realmente importa y a alinear a todo tu equipo en la misma dirección.
Un plan operativo es un documento que detalla las acciones, los recursos, los plazos y los indicadores para cumplir con los objetivos estratégicos en el corto plazo (un año). Te ayuda a ejecutar tu plan estratégico de forma eficiente y efectiva.
Además, te comparto esta imagen que resume los pasos clave para hacer tu planificación. Espero que te sea útil y que me dejes tus comentarios. ¡Hasta pronto!
¿Sabías por qué la gran mayoría de PYMEs fracasan? Una de las principales razones es la falta de una gestión financiera adecuada que les permita cumplir con los 4 objetivos financieros imprescindibles:
1. Ser rentable: significa que los ingresos superan a los gastos y que se genera un beneficio neto.
2. Tener liquidez: significa que se dispone de suficiente dinero en efectivo para hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo.
3. Ser solvente: significa que se tiene capacidad para pagar las deudas a largo plazo y que se cuenta con un patrimonio positivo.
4. Generar valor a los socios/accionistas: significa que se aumenta el valor de la empresa y que se ofrece una rentabilidad adecuada a los inversores.
Cumplir con estos 4 objetivos financieros no es fácil, pero tampoco imposible. Para ello, es necesario contar con una buena planificación estratégica y operativa. Sin un plan claro, es difícil saber hacia dónde se dirige tu negocio, qué recursos necesitas, qué riesgos debes evitar y qué oportunidades debes aprovechar.
Un plan estratégico es un documento que define la visión, la misión, los valores, los objetivos y las estrategias de tu empresa a largo plazo (3 a 5 años). Te ayuda a enfocar tus esfuerzos en lo que realmente importa y a alinear a todo tu equipo en la misma dirección.
Un plan operativo es un documento que detalla las acciones, los recursos, los plazos y los indicadores para cumplir con los objetivos estratégicos en el corto plazo (un año). Te ayuda a ejecutar tu plan estratégico de forma eficiente y efectiva.
Además, te comparto esta imagen que resume los pasos clave para hacer tu planificación. Espero que te sea útil y que me dejes tus comentarios. ¡Hasta pronto!