Cuando hablamos de solvencia empresarial, ¿a qué nos referimos exactamente?
¿A las garantías que podemos ofrecer para garantizar la operación de deuda o a la capacidad de pago de dicha deuda?
Si hace años, para nuestros mayores, la solvencia era equivalente a las garantías que podíamos ofrecer, hoy en día lo importante es la capacidad de pago de la deuda.
Así, debemos cumplir dos condiciones:
1) una necesaria, nuestro Flujo de Caja ha de permitir atender los pagos de la operación de deuda en tiempo y forma, y
2) una suficiente, el Resultado de Explotación debe encontrarse lo más cercano posible a 4,5 ó 5 veces el coste financiero del total de deuda viva. Cuánto más nos alejemos de estos índices más prima de riesgo deberemos asumir en el coste financiero y, posiblemente, deberemos complementar la operación con garantías adicionales. Este índice en ningún caso debe ser inferior a 1.
Visto esto, ¿sabrías calcular el nivel óptimo de endeudamiento de tu empresa para (I) maximizar la rentabilidad y su valor, (II) garantizar la solvencia en el medio y largo plazo y (III) mantener la liquidez?